La habitación es súper pequeña, pero la han diseñado bien para que no te sientas agobiado. Tiene todo lo que necesitas, plancha, cables, un kit de aseo variado, TV y hasta cafetera. El baño es extraño, sin ducha ni bañera, pero el suelo seca rápido. Eso sí, para llegar a la habitación hay que tomar dos ascensores, lo que a mí me pareció un lío. Y el personal no fue muy comprensivo al llegar, tuvimos que esperar horas para hacer el check-in.

Habitaciones bien equipadas en una excelente ubicación

La habitación, aunque pequeña, está diseñada de manera ingeniosa y ofrece todas las comodidades necesarias, como una cafetera y un equipo de música. La ubicación cerca de Ginza es otro gran punto a favor, facilitando el acceso a muchas atracciones de Tokio. Sin embargo, el proceso de check-in fue un poco complicado, ya que tuvimos que esperar más de lo que esperábamos después de un largo viaje.

Me encantó la decoración elegante y acogedora del hotel, y el acceso fácil al transporte público facilitó mis desplazamientos por Tokio. Las áreas comunes también estaban impecables, lo que añadía un toque especial a la estancia.

Mejorar la variedad en el desayuno sería ideal.